Como dueño de un gato, es aterrador ver a su amado felino sufrir una convulsión u otro episodio neurológico. Sin embargo, los trastornos neurológicos pueden ocurrir en los gatos, al igual que en los humanos. De hecho, al igual que los humanos, el sistema nervioso central de un gato funciona con una compleja red de nervios para enviar mensajes al cuerpo. El cerebro envía señales a través de la médula espinal, que luego viajan a los nervios, indicando a los órganos y músculos cómo funcionar. Cuando algo en el cuerpo interfiere con estas señales, pueden ocurrir una variedad de problemas. Algunas enfermedades neurológicas se pueden tratar o controlar con medicamentos y otras con cirugía.
¿Qué es un trastorno neurológico?
Los trastornos neurológicos resultan de una interrupción del sistema nervioso de su gato. Si el problema está en el cerebro, es posible que haya convulsiones. Sin embargo, una infección en la médula espinal puede provocar una marcha inestable, problemas con el funcionamiento de las extremidades o parálisis total. Una interrupción de los nervios puede afectar casi cualquier parte del cuerpo de su gato, incluida la cara, la boca, las piernas o las patas. Y dado que el sistema nervioso afecta la mayoría de las principales funciones corporales de su gato, los problemas de equilibrio, habla (maullido), comer, orinar y defecar también pueden estar presentes si hay un problema neurológico presente.
Síntomas de trastornos neurológicos en gatos
Una gran variedad de síntomas pueden acompañar a una enfermedad neurológica, según la ubicación y la causa de la lesión. Sin embargo, un gato no puede decirle si está mareado, desorientado o deprimido, por lo que buscar representaciones físicas de angustia es crucial en el diagnóstico. En primer lugar, hay síntomas evidentes como convulsiones, ceguera repentina, incapacidad para caminar o andar como si estuviera ebrio (ataxia), o incluso parálisis parcial o total de la cara o las extremidades. Cosas como espasmos musculares o temblores pueden ser más difíciles de detectar y pueden requerir pasar un tiempo tranquilo estudiando a tu amigo felino. Toma nota si tu gato está desorientado o confundido, tiene movimientos oculares anormalmente rápidos (nistagmo), ladea la cabeza o comienza a caminar en círculos, ya que esto podría ser un signo de algo serio. Y si nota alguno de estos signos, llame a su veterinario para programar un examen inmediato.
Diagnóstico de trastornos neurológicos en gatos
Se debe realizar una evaluación neurológica completa en la oficina de un veterinario. Primero, su veterinario le preguntará sobre el historial médico de su gato. Luego, realizarán un examen físico completo. Esto incluye revisar los reflejos de tu gato, inspeccionar sus ojos y evaluar su dolor. En muchos casos, el veterinario también querrá ver a tu gato moverse.
Su veterinario puede recomendar diagnósticos adicionales, como análisis de laboratorio, según el resultado del examen físico. Se puede solicitar un hemograma completo, una química sanguínea y un análisis de orina, y una prueba de tiroides puede descartar el hipertiroidismo felino, que a veces puede presentarse con signos neurológicos leves. Es posible que su veterinario también quiera controlar si tiene presión arterial alta.
Las radiografías (rayos X) de las extremidades y la columna vertebral pueden revelar problemas obvios, como un traumatismo espinal o tumores grandes en el cuerpo. Aún así, si su veterinario no puede determinar la causa exacta de los síntomas, es posible que lo remita a un neurólogo veterinario que revisará los hallazgos y posiblemente recomendará imágenes más complejas, como una resonancia magnética o una tomografía computarizada, para detectar tumores, inflamación, u otras anomalías. También se puede ordenar una punción de líquido cefalorraquídeo, que permite el análisis microscópico del líquido alrededor de la columna, lo que podría revelar la presencia de infección, sangre y otras células anormales.
Causas de los trastornos neurológicos
A veces, el examen de un veterinario, combinado con algunas pruebas de diagnóstico, revelará la causa de la disfunción neurológica de su gato. Además de los tumores y las infecciones, ciertas toxinas también pueden afectar el sistema nervioso. Las enfermedades infecciosas como FIV, FeLV o FIP también pueden causar síntomas neurológicos, al igual que algunas enfermedades metabólicas.
Tratamiento
El tratamiento de los trastornos neurológicos en gatos comienza con el diagnóstico del trastorno, y la atención varía mucho según el diagnóstico.
- Tratamiento de los trastornos convulsivos: Las convulsiones (episodios repentinos de actividad eléctrica anormal en el cerebro) generalmente implican cierta pérdida de control del cuerpo, como espasmos, convulsiones y micción/defecación involuntaria. Los gatos pueden tener convulsiones por una variedad de razones, pero cuando los diagnósticos avanzados no revelan una causa exacta, generalmente se diagnostica al gato con epilepsia, que generalmente se trata con medicamentos. Si su gato tiene epilepsia, es importante comunicarse con su veterinario regularmente y regresar para las visitas de seguimiento después de comenzar un protocolo de tratamiento. Dependiendo de la causa, la epilepsia suele ser manejable con la administración diaria de varios medicamentos.
- Tratamiento de la meningitis y la encefalitis: La meningitis, inflamación de la membrana que recubre el cerebro y la médula espinal, y la encefalitis, inflamación del cerebro, generalmente son causadas por una infección (bacteriana, viral, fúngica o parasitaria). Estas dos condiciones pueden ocurrir al mismo tiempo (meningoencefalitis) y, en algunos casos, pueden indicar un problema con el sistema inmunológico de un gato. El tratamiento incluye el uso de corticosteroides para reducir la inflamación y alterar el sistema inmunológico. También se utilizan antibióticos, antifúngicos o antiparasitarios cuando están indicados. La atención de apoyo puede incluir la administración de líquidos, el control del dolor y los suplementos nutricionales.
- Tratamiento de la enfermedad vestibular: La enfermedad vestibular ocurre cuando los nervios que controlan el sistema vestibular en los canales auditivos se ven afectados y causan vértigo en los gatos. Los gatos pueden parecer borrachos o mareados, inclinar la cabeza o mostrar movimientos oculares rápidos y anormales. Una infección o un tumor importante en el oído puede provocar una disfunción vestibular, o la meningitis, la encefalitis o la meningoencefalitis pueden ser los culpables. El tratamiento depende de la causa real de la disfunción. Si hay una infección de oído, es posible que su gato necesite gotas para los oídos y medicamentos orales. Se brinda atención de apoyo cuando es necesario.
- Tratamiento de la disfunción cognitiva: La disfunción cognitiva, o demencia, se observa con mayor frecuencia en gatos mayores. Los gatos con demencia parecen «olvidar» cómo usar la caja de arena, dónde está el plato de comida y cómo moverse por la casa. No existe una cura para la disfunción cognitiva, pero algunos medicamentos y suplementos nutricionales pueden ayudar a controlarla.
- Tratamiento de la enfermedad del disco intervertebral: La enfermedad del disco intervertebral (IVDD, por sus siglas en inglés), o hernia de disco, implica la inflamación o el desplazamiento de los discos de la columna vertebral, lo que finalmente ejerce presión sobre la médula espinal, lo que provoca dolor y posible parálisis. Aunque es más común en perros, el IVDD a veces puede ocurrir en gatos. En casos leves (cuando la mascota aún puede caminar), los veterinarios pueden intentar un enfoque que incluya descanso o medicamentos antiinflamatorios. La cirugía suele ser el único tratamiento para los casos graves.
- Tratamiento del síndrome de hiperestesia: Esta condición puede afectar a un número relativamente grande de gatos y, a veces, se denomina trastorno de la piel ondulada. La hiperestesia felina a menudo se confunde con una reacción a las caricias en la espalda, cuando la piel puede parecer ondulada o contraerse. El gato puede rascarse o acicalarse demasiado el área repentinamente y tener un estallido repentino de energía u otra respuesta anormal. El estrés y la ansiedad pueden sumarse al síndrome de hiperestesia. El tratamiento generalmente incluye cambios que reducen la ansiedad, como programar comidas regulares, horarios de juego y medicamentos.
Trastornos neurológicos causados por tumores cerebrales
Los tumores cerebrales pueden provocar una gran variedad de problemas, como convulsiones, falta de coordinación, ceguera y cambios de comportamiento. Los signos clínicos dependen en gran medida del tamaño y la ubicación del tumor. Los tumores benignos llamados meningiomas a menudo se pueden extirpar con cirugía y los gatos con meningiomas operables suelen llevar una vida normal después de la extirpación del tumor. Sin embargo, sin la extirpación quirúrgica, este tipo de tumor puede expandirse y provocar más disfunción neurológica.
Los tumores cerebrales malignos también ocurren en gatos. Muchos factores determinan el pronóstico. Los cuidados paliativos, la radioterapia, la quimioterapia y la extirpación quirúrgica pueden ayudar.
Cómo prevenir los trastornos neurológicos
Muchos trastornos neurológicos no se pueden prevenir, pero mantener un estilo de vida saludable mantiene a cualquier gato en plena forma. Alimente a su gato con un alimento de alta calidad según lo recomendado por su veterinario durante la edad adulta. Permita que tenga un amplio espacio para retozar, jugar y hacer ejercicio. Y siempre dale a tu gato amor y atención.
Si sospecha que su mascota está enferma, llame a su veterinario inmediatamente. Para preguntas relacionadas con la salud, siempre consulte a su veterinario, ya que ellos han examinado a su mascota, conocen el historial de salud de la mascota y pueden hacer las mejores recomendaciones para su mascota.