Cómo sabes que es hora de sacrificar a tu perro

Ya sea que tenga un perro anciano o simplemente un perro con problemas de salud, es probable que le preocupe la calidad de vida de su perro. Es posible que te estés haciendo la pregunta, «¿debería sacrificar a mi perro?» ¿Cuándo es el momento adecuado para despedirse de un perro amado?

Decidir acabar humanamente con la vida de una mascota que sufre puede ser una lucha. De hecho, la eutanasia podría ser una de las elecciones más difíciles que tendrá que hacer por su mascota. No hay una respuesta «única para todos» a esta pregunta. Cuando se trata de eso, la decisión se basa en parte en hechos y el resto en «intuición». El vínculo entre tú y tu perro es muy fuerte. Tú conoces a tu compañero canino mejor que nadie. Lo notarás cuando tu mascota deje de disfrutar de la vida. En última instancia, probablemente sabrás en tu corazón cuándo es el momento. Sin embargo, hay algunas cosas que pueden guiarlo a través del proceso de toma de decisiones.

Eutanasia por enfermedad o lesión

Cuando la calidad de vida de una mascota comienza a decaer debido a una enfermedad o lesión, se debe hacer algo para aliviar el sufrimiento de esa mascota. Una condición médica grave, como una enfermedad terminal o una lesión grave, tendrá un impacto negativo en la calidad de vida de una mascota. Los signos comunes de mala calidad de vida incluyen pérdida de apetito, falta de interés en compañeros de juego, juguetes u otras personas, comportamiento solitario, empeoramiento del dolor y depresión. En general, se considera la eutanasia cuando no existen otras opciones para mejorar la calidad de vida. Varias situaciones justifican una discusión sobre la eutanasia con su veterinario y su familia.

  • Enfermedad crónica o terminal: Un perro con una enfermedad terminal puede responder temporalmente al tratamiento. Sin embargo, el perro eventualmente puede dejar de responder a todos los tratamientos disponibles o incluso empeorar debido a los tratamientos. Considere llevar un diario o un registro del comportamiento diario, el nivel de energía, el apetito, etc. de su perro. Cuando observe más días malos que días buenos, podría ser el momento de comenzar a pensar en la eutanasia.
  • Vejez: varios problemas de salud tienden a surgir con la vejez, por lo que es importante que su perro mayor visite al veterinario con frecuencia y de manera rutinaria. Si su mascota se está ralentizando y su veterinario no puede determinar una condición curable específica, es posible que solo deba ofrecerle atención de apoyo. Una mascota anciana aún puede disfrutar de la vida, pero cuando vea un declive más dramático, sabrá que se acerca el momento.
  • Lesión mayor: Si un perro tiene una lesión grave que se considera intratable, su veterinario podría recomendarle la eutanasia. Por lo general, se trata de lesiones traumáticas que causan dolor o impiden funciones básicas como la movilidad y el control de las funciones corporales. A veces, un buen cuidado de enfermería en el hogar puede ayudar a mantener la calidad de vida del perro lesionado. En otros casos, el sufrimiento no se puede aliviar y la eutanasia es la elección más humana.
  • Problemas financieros: La atención veterinaria puede volverse muy costosa, especialmente la atención a largo plazo. Si el costo del tratamiento está causando dificultades a su familia, eso no significa que la eutanasia sea su única opción. Comience hablando con su veterinario sobre su situación y pregunte sobre opciones menos costosas. También hay algunos casos en los que asistencia financiera o financiación (como CareCredit) está disponible. Sin embargo, en algunos casos, la única opción que queda es la eutanasia humanitaria.

Eutanasia por problemas de conducta

Algunos dueños consideran la eutanasia debido a problemas de comportamiento incontrolables en sus perros. Si bien la mayoría de los problemas de comportamiento se pueden controlar con el tiempo, hay algunos casos en los que la eutanasia es la opción necesaria. Sin embargo, la eutanasia debe ser el último recurso. Busque la ayuda de un adiestrador o conductista canino profesional antes de tomar una decisión permanente e irreversible de la que pueda arrepentirse. Un profesional experimentado puede ayudarlo a determinar si el comportamiento se puede modificar o si la eutanasia es la opción más humana y ética.

Hacer la elección final

Después de un serio examen de conciencia, discusiones sinceras con su veterinario y conversaciones familiares honestas, puede decidir que la eutanasia es lo mejor para su mascota. Los sentimientos de culpa y tristeza pueden volverse abrumadores, pero esto es normal.

Si hay tiempo, dedica unos minutos a hablar con tu perro. Puede sonar extraño para algunas personas, pero una mascota puede aprender mucho del tono de tu voz. Además, decir las cosas en voz alta puede ayudarte a procesar las cosas. Trate de dejar tiempo para que los miembros de la familia también se despidan. Hable con su veterinario sobre qué esperar justo antes, durante y después de la eutanasia.

Una vez hecho esto, comenzará el proceso de duelo. Considere hacer algo especial para conmemorar a su compañero único y muy querido. Hizo su elección por amor, y su perro probablemente le agradecería si pudiera.