Escherichia coli (E. coli) puede afectar a perros, gatos y humanos, y puede propagarse de animal a humano o de humano a animal. La bacteria es uno de los tipos más comunes que se encuentran en el mundo, y es un habitante normal del tracto gastrointestinal de todos los animales. Bajo ciertas circunstancias, esta bacteria también puede ser responsable de causar enfermedades.
enterotoxigénico E. colipor ejemplo, es un ejemplo de un tipo de E. coli que puede causar enfermedades. Lo más común es que este tipo de E. coli Las bacterias pueden causar enfermedades transmitidas por los alimentos. La enfermedad puede comenzar a manifestarse cuando se ingieren alimentos o agua contaminados. En el caso de enterotoxigénicos E. coliestas bacterias luego producen una toxina que actúa contra el interior del tracto intestinal infectado, lo que provoca diarrea.
E. coli Infección en perros
Los perros pueden infectarse con E. coli de manera similar que las personas pueden infectarse: al comer o beber agua o alimentos contaminados. Ha habido muchos retiros del mercado de alimentos y golosinas comerciales para perros relacionados con la contaminación con E. coli. La ingestión de estos alimentos y golosinas podría potencialmente causar una infección en su perro y su mascota también podría convertirse en un desafortunado portador de la enfermedad.
Para proteger a sus peludos, esté atento a las retiradas de productos y noticias sobre E. coli. Es importante estar al tanto de la información sobre la dieta, y existe la preocupación de que alimentar a su mascota con una dieta cruda pueda resultar en un mayor riesgo de transmitir cualquier E. coli a través de las heces. Especialmente en la cría de perros, considere reemplazar una dieta cruda con la dieta sin ingredientes crudos recomendada por su veterinario para su perro.
Signos Clínicos y Diagnóstico
Algunos de los síntomas más comúnmente vistos en animales y humanos con E. coli son depresión, deshidratación, diarrea, falta de apetito y vómitos. E. coli puede causar colibacilosis enfermedad en perros, que a menudo ocurre en los intestinos inferiores. Aunque la bacteria es generalmente benigna, puede afectar mucho a los cachorros recién nacidos, especialmente a aquellos que se ven privados de nutrientes esenciales como el calostro de la leche materna.
E. coli afectará especialmente a animales debilitados, mascotas muy jóvenes o muy viejas, desnutridas o inmunocomprometidas. Pero como ocurre con todas las infecciones bacterianas, el diagnóstico no puede confirmarse únicamente con un examen físico. La confirmación del diagnóstico requiere que su veterinario realice una prueba de cultivo en muestras de sangre, orina o heces, donde las bacterias se cultivan en una placa de cultivo para ser identificadas.
Consejos de prevención
La prevención es la mejor defensa para E. coli. Las medidas higiénicas son el método más fiable para prevenir infecciones:
- Practique buenas técnicas de manipulación al preparar los alimentos. Por ejemplo, cocine bien toda la carne antes de dársela a su perro.
- Aplique una buena higiene, incluido lavarse las manos con frecuencia y minuciosamente. Enseñar a los niños a lavarse bien. Asegúrese de que todos se laven las manos después de manipular la comida de su perro.
- Evite beber agua de fuentes potencialmente contaminadas.
- Tenga cuidado con los productos lácteos no pasteurizados.
- Lave bien todas las frutas y verduras antes de dárselas a su perro.
Si sospecha que su mascota está enferma, llame a su veterinario inmediatamente. Para preguntas relacionadas con la salud, siempre consulte a su veterinario, ya que ellos han examinado a su mascota, conocen el historial de salud de la mascota y pueden hacer las mejores recomendaciones para su mascota.