Aprenda a identificar y tratar los abscesos en perros

Los perros pueden desarrollar abscesos por una herida, una masticación inapropiada, un diente malo o en sus glándulas anales. Si nota que su perro ha desarrollado una hinchazón blanda, una llaga que supura pus o un área que está caliente y/o duele al tocarla, es hora de llamar al veterinario. Aunque existen tratamientos caseros que pueden reducir el dolor de su cachorro, si no se trata, la infección tiene el potencial de dañar gravemente la salud de su perro.

El abeto/Melissa Ling

¿Por qué los perros desarrollan abscesos?

Un absceso es el resultado del intento del cuerpo de bloquear una infección. La lucha contra las infecciones da como resultado una acumulación de glóbulos blancos y otros componentes de la sangre comúnmente llamados pus. Este líquido se acumula en una bolsa carnosa en el tejido que se hincha y se vuelve muy dolorosa. Esta hinchazón se llama absceso.

Casi cualquier cosa, como una herida por mordedura, una astilla o incluso una picadura de insecto, puede provocar un absceso si se penetra la superficie de la piel. se activa el sistema y se puede formar una bolsa de infección.

Más raramente, se puede desarrollar un «absceso estéril» sin ninguna ruptura visible en la piel. Por ejemplo, un hematoma que causa hinchazón e inflamación de los tejidos puede desarrollar una bolsa de infección.

Algunos abscesos también pueden ocurrir internamente a causa de bacterias o material extraño que ingresa a través del tracto digestivo, el tracto urinario, el tracto respiratorio u otros puertos de entrada al cuerpo.

Los signos de un absceso incluyen una hinchazón blanda, a menudo con drenaje de pus verde, amarillo o incluso sanguinolento del sitio infectado. Los abscesos suelen ser dolorosos, muy sensibles y se sienten calientes al tacto. Es común que un perro con un absceso también desarrolle fiebre, actúe letárgico, pierda el apetito o se muestre reacio a moverse o a que le toquen el área.

Heridas por mordedura

Las heridas por mordedura que plantan organismos infecciosos profundamente en el tejido son la causa principal de los abscesos en los perros. Los perros también pueden desarrollar abscesos al ser mordidos o arañados por un gato molesto. Estos se encuentran comúnmente en la región de la cabeza y el cuello o cerca de la cola, pero pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Los abscesos de la cabeza y el cuello generalmente hacen que un lado del cuello se hinche.

Accidentes de masticación

Los abscesos pueden ser el resultado de masticar un objeto inapropiado que se astilla. En estos casos, el absceso puede desarrollarse en la lengua, las encías, la mejilla o detrás del ojo.

Problemas dentales

Los perros pueden sufrir de abscesos dentales. Un diente con absceso puede hacer que su perro babee o se niegue a comer, y podría convertirse en una afección potencialmente mortal si no se trata.

¿Qué es un diente con absceso en un perro?

Un absceso dental en un perro es una bolsa de pus que se forma en los dientes debido a una infección, especialmente en los dientes que se rompen al masticar o que sufren de enfermedad periodontal.

glándulas anales

Los perros también suelen sufrir abscesos en las glándulas anales, en los que el área alrededor del recto se enrojece, se hincha y se vuelve sensible. Una vez que el absceso revienta, es posible que notes cabello húmedo y maloliente en el sitio de la infección.

Procesos de Diagnóstico

Su veterinario generalmente hace el diagnóstico de un absceso a partir de los signos. En otras ocasiones, pueden insertar una aguja en la hinchazón y extraer material para ver si hay una infección presente.

Si su perro tiene un pelaje pesado, la lesión puede estar oculta a la vista. Es posible que no note el problema hasta que su perro tenga dolor y se estremezca cuando lo toque o el absceso comience a drenar. A medida que la lesión se hincha con pus, la piel se estira y se adelgaza hasta que finalmente se rompe, posiblemente empapando el cabello circundante.

Un absceso debe tratarse lo antes posible para evitar más daños en el área circundante. De lo contrario, la infección puede propagarse hasta que el tejido cercano muera, los músculos o los nervios se dañen y/o la herida resultante sea difícil de curar.

Tratamiento

En la mayoría de los casos, un absceso es tan doloroso que tu perro debe ser anestesiado antes de que el veterinario pueda tratarlo. Primero, se corta el vello alrededor de la hinchazón y se desinfecta el área con una solución de limpieza quirúrgica como la povidona yodada. Luego se corta la herida, se drena el pus y se enjuaga el absceso con una solución para limpiar el interior de la bolsa infectada.

Cuando el absceso es muy profundo o intrusivo, se puede suturar quirúrgicamente un drenaje o «mecha» en el lugar para mantener el área drenando mientras la piel de la superficie sana. Esto puede ayudar a prevenir que el absceso se repita. A menudo también se prescriben antibióticos orales. Cuando el sitio quirúrgico está al alcance de los dientes de tu perro, un collar isabelino o e-collar evita que tu perro moleste la herida mientras sana.

Tratamiento en el hogar

Si nota hinchazón y sospecha un absceso, su veterinario puede recomendarle compresas tibias y húmedas para ayudar a que la llaga llegue a un punto crítico. Si su perro le permite hacer esto, hágalo varias veces al día durante cinco minutos, cinco minutos, hasta que la compresa se enfríe.

El drenaje hace que el cabello se humedezca y huela mal, y el cabello puede retener las bacterias y retrasar la cicatrización, lo que significa que tendrás que cortar el cabello largo del área infectada. Su veterinario aún necesitará evaluar el sitio del absceso y posiblemente recetarle medicamentos para combatir una infección adicional.

Prevención

Ayuda a prevenir abscesos al reducir la probabilidad de lesiones. Por ejemplo, castre o esterilice a su perro para disminuir en gran medida la agresión que podría provocar heridas por mordedura. Además, supervisa a tu mascota cuando esté mordiendo masticables para perros y solo ofrécele alternativas seguras. Una buena higiene dental y el cuidado de rutina de las glándulas anales también ayudarán a reducir el riesgo de abscesos en estas áreas.

Si sospecha que su mascota está enferma, llame a su veterinario inmediatamente. Para preguntas relacionadas con la salud, siempre consulte a su veterinario, ya que ellos han examinado a su mascota, conocen el historial de salud de la mascota y pueden hacer las mejores recomendaciones para su mascota.