Las fresas dulces y jugosas son las favoritas del verano en muchas mesas. Los amamos y nos encanta compartir comida con nuestros amigos peludos. Los perros pueden comer fresas, así que, ¿puede tu gato disfrutar también de los beneficios para la salud de estas dulces bayas?
La respuesta corta es sí, tu gato puede comerlas, ya que las fresas no son tóxicas para tu gato. La pregunta más importante es: ¿qué beneficios para la salud obtiene su gato al comerlos? Para responder a eso, necesitamos explorar el sistema digestivo y las necesidades nutricionales del gato.
Gatos: Carnívoros obligados con necesidades dietéticas específicas.
La ciencia clasifica a los gatos como carnívoros obligados. Esto significa que sus cuerpos funcionan mejor con una dieta exclusiva de proteínas animales o carne. Su sistema digestivo está diseñado para procesar y utilizar las proteínas, grasas y ácidos que se encuentran en la carne, pero carecen de las enzimas clave necesarias para procesar o absorber los nutrientes de los alimentos de origen vegetal.
Los gatos solo pueden manejar 0-2% de carbohidratos en su sistema digestivo. Esto equivale aproximadamente a la cantidad de material vegetal que se encuentra en el tracto digestivo de pequeños animales de presa como los roedores, y solo se digiere parcialmente. Por lo tanto, ofrecerle frutas y verduras a su gato conlleva riesgos y no proporciona ningún beneficio nutricional.
Veamos ahora las fresas.
Beneficios para la salud de las fresas
Para los humanos y los perros, las fresas ofrecen increíbles beneficios para la salud. Están llenos de poderosos antioxidantes que estimulan nuestro sistema inmunológico, azúcares, fibra e incluso ácido málico que puede blanquear los dientes. Las fresas son bajas en calorías, tienen un contenido moderado de azúcar y proporcionan importantes vitaminas y minerales como las vitaminas A, B6 y C, además de manganeso, folato, potasio y magnesio, todos los cuales son importantes para nuestro sistema nervioso. Pero para los gatos, es una historia diferente.
Los gatos solo se benefician de la fibra dietética que se encuentra en las fresas, ya que carecen de las enzimas necesarias para digerir y absorber los nutrientes de las plantas. Tampoco tienen receptores de sabor dulce y no pueden saborear la dulzura jugosa de la fresa como nosotros los humanos o un perro.
Muchos gatos tienen preferencias de sabor inusuales y querrán probar su comida incluso si tienen una dieta equilibrada. Las fresas no son tóxicas, por lo que está bien ofrecerle un pequeño trozo de fresa a su gato. Sin embargo, dados sus requisitos dietéticos específicos, su gato prosperará mejor con comida comercial para gatos que ha sido formulada por un nutricionista felino certificado y golosinas para gatos diseñadas para sus necesidades nutricionales.
Como no pueden disfrutar del sabor, la mayoría de los gatos se alejarán de los alimentos vegetales como las fresas, ¡pero su gato puede ser la excepción! Cuando su gato parezca querer un bocado de fresa, esta es la mejor manera de ofrecerle un bocado sabroso.
Cómo servir fresas a tu gato
Antes de ofrecerle a su gato un trozo de fresa, consulte con su veterinario para asegurarse de que no haya problemas de salud que hagan que la ingestión de fresa sea un peligro para la salud.
Una vez que tenga el visto bueno, lave las fresas para eliminar cualquier pesticida o fertilizante, y luego retire los tallos y las hojas. Las hojas y los tallos de las fresas pueden representar un peligro de asfixia.
Corte las bayas en trozos pequeños (aproximadamente del tamaño de la croqueta de su gato) y ofrézcale una. Tenga en cuenta que incluso si su gato está loco por comer fresas, es posible que se alejen una vez que se le dé la oportunidad. Es el pensamiento lo que cuenta, ¿verdad?
Aunque las fresas frescas son seguras, debe evitar las fresas procesadas en mermeladas de fresa, jarabes, helados e incluso yogur de fresa. Estos productos pueden contener xilitol, un edulcorante artificial que puede ser mortal para su gato si se ingiere.
Si su gato come fresas, tenga cuidado con los efectos secundarios comunes que ocurren cuando los gatos comen alimentos nuevos. Miremos esos ahora.
Riesgos cuando los gatos comen fresas
Si tu gato tiene sobrepeso o diabetes, evita las fresas porque contienen demasiada azúcar. La ingestión de demasiada azúcar puede aumentar el nivel de azúcar en la sangre de su gato y causar graves problemas de salud. Esta es otra buena razón para hablar con su veterinario antes de ofrecer alimentos destinados a humanos a su felino.
Además, las altas cantidades de carbohidratos pueden significar problemas para el sistema digestivo de un gato. Pueden provocarle dolor abdominal, diarrea, estreñimiento o falta de apetito al gato. Puede ser necesaria una visita a su veterinario si observa alguno de estos signos.
La diabetes es otra condición que puede desarrollarse si su gato tiene la dieta incorrecta. Su gato puede aumentar de peso si come demasiadas golosinas o demasiada comida. En ese caso, deberá consultar a su veterinario.
Los signos de diabetes son:
- Exceso de sed
- Micción frecuente
- Falta de apetito
- Incapacidad para saltar
- Vómitos o malestar estomacal
Las alergias no son comunes, pero pueden ocurrir cuando los gatos comen alimentos nuevos. Los signos de una reacción alérgica ocurrirán poco después de la ingestión e incluyen:
- Secreción nasal y estornudos
- Tos o sibilancias
- Picazón, ojos llorosos y / o nariz
- Vómitos
- Diarrea
Si nota alguno de estos síntomas, hable con su veterinario de inmediato. Tenga en cuenta que estos no son comunes, pero debe saber a qué prestar atención cuando le dé cualquier alimento nuevo a su gatito.
La conclusión sobre los gatos y las fresas
Sí, las fresas son deliciosas y puedes ofrecerle a tu gato un pequeño bocado con seguridad.
Asegúrate de seguir la regla 90/10 de ingesta calórica diaria si tienes un gato aventurero que comerá fresas. El 90% de la dieta de su gato debe provenir de su comida balanceada normal para gatos, mientras que el 10% restante puede provenir de golosinas. Cualquier cosa más y su gato podría desarrollar obesidad o diabetes.
La conclusión es que los gatos no necesitan ni pueden procesar alimentos de las plantas. Por lo tanto, su gato puede comer la fresa, pero un refrigerio saludable como una golosina comercial para gatos o un bocado de carne cocida sin condimentar puede ser una mejor opción para la salud general de su gato.