Mucha gente que monta a caballo no considera el hecho de que, a pesar del mito popular, el lomo de un caballo no está diseñado para llevar una carga.
Cuando un caballo lleva a un jinete, debe usar sus músculos y el equilibrio de formas poco naturales. Idealmente, los caballos son educados de una manera que fortalece sus músculos y el jinete monta de una manera que ayuda al caballo a equilibrarse. Desafortunadamente, este no suele ser el caso.
¿Cuándo es necesario el tratamiento?
Un caballo que está mal equilibrado y desalineado puede experimentar dolor de espalda, que a menudo se expresa a través de un comportamiento indeseable. Incluso algunas lamenesas pueden atribuirse a disfunciones de la columna y las articulaciones.
Si bien una buena conducción y una silla de montar adecuada son fundamentales para el cuidado de la espalda de nuestros caballos, muchos caballos (y jinetes) se benefician del tratamiento quiropráctico, como parte del cuidado integral. Los quiroprácticos se centran en las estructuras esqueléticas del caballo y utilizan manipulaciones manuales para devolver estas estructuras a su alineación adecuada.
Si su caballo experimenta alguno de estos síntomas o problemas de comportamiento, el tratamiento quiropráctico puede ser útil:
- Dificultad para agacharse o flexionarse
- Dolor obvio de espalda o cuello
- Dificultad para captar pistas en un galope
- Signos de resistencia como saltos, encabritado, agitación de la cola.
- Marcha desigual
- Dificultad con las transiciones de la marcha.
- Espantoso
- Atornillado
- Sacudir la cabeza
- Dedo del pie arrastrando
- Hombros o caderas desiguales
- Malhumorado mientras lo arreglan
- Sosteniendo la cola a un lado
- Enraizamiento
- Crianza
- Flexionarse demasiado o demasiado
- Tracción
- Jigging
- Cojera
- Rigidez
- Falta de impulso
- Dificultad para mantener la colección
- De espalda fría o cinchy
- Pañal
- No se para sobre tres patas cuando se limpian las pezuñas o para el herrador.
- Zancadas cortas al trote o al galope
- Negativas a los saltos y estar agrio
- Tropezar o agacharse con las patas delanteras o traseras
Una consulta con un quiropráctico equino debe comenzar con un examen minucioso del caballo, que incluya su historial, cuidado y uso. El quiropráctico puede pedir ver al caballo moverse en todos los pasos y tal vez incluso montado. Si el quiropráctico se entera de que el ciclista tiene problemas de espalda o de movilidad, y está calificado para hacerlo, también puede hacer recomendaciones o brindar tratamiento al ciclista. No es inusual que el caballo reaccione a la rigidez del jinete.
¿Qué hará el Ciropráctico?
El quiropráctico usará fuerza manual en ciertos puntos del cuerpo del caballo para que las estructuras que se encuentran debajo vuelvan a su alineación normal. Idealmente, esto restaurará la articulación a su función normal y rango de movimiento. La primera consulta y tratamiento pueden tardar una hora o más. Se pueden recomendar citas de seguimiento, generalmente dentro de una semana del tratamiento inicial, y luego más separadas a medida que los problemas específicos comienzan a resolverse.
Algunos veterinarios están capacitados en quiropráctica equina. Algunos quiroprácticos tratan tanto a humanos como a caballos, lo que puede ser útil para identificar cómo los desequilibrios en el jinete afectan al caballo. Las personas que se especializan en quiropráctica pueden complementar su práctica con otras terapias como luces infrarrojas, masajes, liberación miofascial, acupuntura o presión, toque terapéutico o terapia de puntos de estrés. La regulación de terapias alternativas como la quiropráctica es diferente de un lugar a otro, por lo que puede ser ideal para investigar y averiguar qué calificaciones se requieren en su área. Las recomendaciones de boca en boca son una buena indicación de que un quiropráctico ha tenido buenos resultados con otros caballos.
Hay ocasiones en las que no se recomienda el tratamiento quiropráctico. Si su caballo tiene una cojera o un centro de dolor muy específico, es mejor verificar si hay lesiones o incluso fracturas antes de continuar con el tratamiento quiropráctico. El uso de un tratamiento quiropráctico en algunos problemas, especialmente las fracturas no diagnosticadas, puede causar lesiones aún mayores. Siempre consulte con un quiropráctico calificado. De esa manera, puede estar seguro de que el médico tiene la formación y la experiencia adecuadas.